Atzcapotzalco

Atzcapotzalco
a principios del siglo XX

lunes, 31 de agosto de 2009

Zona Industrial de Vallejo. Bosquejo Histórico.

Zona Industrial de Vallejo. Bosquejo Histórico.
La Zona Industrial de Vallejo se encuentra hacia la parte oriente de la Delegación Atzcapotzalco, ésta se levanta en terrenos que antiguamente pertenecieron a las tierras de labor de varias haciendas propiedad de Don Antonio Vallejo. Este terrateniente español hizo su fortuna al adquirir varias propiedades a ambos lados de la calzada que va de la Parcialidad de Santiago a Tenayuca; estas propiedades se conocerán desde el siglo XVI con los nombres de: Los Ahuehuetes, Enmedio, La Patera, La Escalera y Vallejo.
Sin embargo, el área se compondrá originalmente de las tierras de los barrios del pueblo de la Magdalena de las Salinas: Las Salinas Colhuacatzingo, Huautla de las Salinas, San Andrés de las Salinas, Santa Cruz de las Salinas y Coltongo. Dicho pueblo formó parte del Señorío Tepaneca de Atzcapotzalco y como su nombre lo indica, se dedicó a la producción de la sal de la tierra o “tequesquite”, el cual se obtenía por medio de la evaporación del agua salobre del Lago de Tezcoco que se juntaba en estanques formados por diques o albarradas, destacando entre ellos la actual Calzada Atzcapotzalco-La Villa y la Calzada de Tenayuca.
Además de la producción del “tequesquite”, en el barrio de Huautla se criaba un mosco cuya hueva era consumida en tortas, a esta hueva se le conoce como “ahuautle o caviar mexicano”.
Por estos lugares los aztecas pasaron durante su migración estableciéndose en Coatlayauhcan y Pantitlán antes de fundar varios calpullis en Atzcapotzalco. Después de las fundaciones de México-Tenochtitlán y México-Tlatelolco, los Tepanecas compartieron la administración de la zona salinera con los Tlatelolcas, grupo mexica afiliado a los Atzcapotzalcas, por lo que después de la destrucción de Atzcapotzalco por parte de los aztecas, esta zona queda bajo el control de Tlatelolco, quien lo mantendrá hasta la Época Virreinal.
Tras la conquista de México y después de repartirse las tierras, como ya mencioné, es durante el Siglo XVI que éstas se le otorgan a Don Antonio Vallejo, razón por la cual a la zona que aún es identificada como Las Salinas, se le comienza a llamar como Vallejo, incluyendo la antigua Calzada de Tenayuca o de Vallejo.
Estas propiedades serán irrigadas por las aguas del Río de Atzcapotzalco, el cual al juntarse con el Río de Tlalnepantla en terrenos de La Escalera, provocaran el crecimiento de dichas haciendas; si aunamos a lo anterior que la ahora llamada Calzada de Vallejo es una de las vías de la Ciudad de México de la Ruta de la Plata, el ir y venir de mercaderías enriquecerán la zona, situación que se verá reflejada con el establecimiento de mesones, destacando entre ellos “El Atorón”, cuyo nombre se debe a que los viajeros que llegaban a este lugar se “atoraban” al quedarse ahí a ingerir grandes cantidades de rico “neutle”.
De estas haciendas va a ser la de Los Ahuehuetes la que destacará, su nombre se debe a un muro formado por grandes sabinos que resguardaban el casco de la hacienda. De hecho, las tierras de esta hacienda son las que formarán en su mayor parte la actual zona industrial. Tras el movimiento independentista, va a ser La Patera, perteneciente a “La Güera Rodríguez”, el escenario donde se confirmarán los Tratados de Córdoba y la entrega de la Ciudad de México al Ejército Trigarante por parte de Don Agustín de Iturbide y Don Juan O’Donojú en septiembre de 1821.
Muchas de estas tierras salitrosas quedarán como “acahuales” o potreros inapropiados para la agricultura, pero su riqueza se mantendrá durante el Siglo XIX. Es durante el Porfiriato que Atzcapotzalco inicia su marcha hacia la industrialización, La estabilidad política en el país permite el crecimiento económico de la localidad por lo que en sus ranchos y haciendas se reaviva la producción agrícola, ganadera y lechera. Sin embargo, por su cercanía a la Ciudad de México, Atzcapotzalco es puesto en la mira para modificar su uso de suelo e ir levantando en lo que fueran tierras de cultivo y potreros nuevas formas de producción y reproducción; lo anterior al dedicar el gobierno del Distrito Federal la zona norte de la Ciudad de México para el establecimiento de industrias, primero en Atlampa y después en Vallejo y otras zonas de Atzcapotzalco.
Como ya se mencionó, tres son los momentos más importantes en este cambio de actividades en Atzcapotzalco, el primero de ellos se da con la instalación en las tierras del Rancho El Rosario de la Fundidora del Hierro y Acero, el segundo se da con la instalación de la refinería de la Mexican Eagle Petroleum Company, finalmente, la creación de la Zona Industrial de Vallejo.
La Compañía del Hierro y Acero con el paso de los años creará para sus trabajadores una colonia para que en ella vivan, así nace Ferrería, primer asentamiento humano creado por una industria para beneficio de sus obreros.
Cuando se crea la Zona Industrial de Vallejo, cinco millones de metros cuadrados que eran dedicados a la agricultura desaparecen para el establecimiento de fábricas. Siendo presidente de la república Emilio Portes Gil es colocada la primera piedra del que sería uno de los primeros desarrollos industriales de México, para 1944, el presidente Manuel Ávila Camacho expide un decreto para consolidar esta zona industrial.
La fábricas enclavadas en Vallejo fabrican diversos artículos: enseres eléctricos, de cocina, línea blanca, partes automotrices, alimentos enlatados y procesados, materiales de construcción, cables de acero y cobre, motores de varios tipos, herramientas, pinturas, pegamentos, cementos y morteros y muchos artículos más. Veinte de las quinientas industrias más importantes de México se encontraban en esta área.
Entre otras zonas industriales que existen en Atzcapotzalco se encuentra la zona de Pantaco, levantada en terrenos del Rancho de Pantaco y de los barrios de Santo Tomás, Santa Catarina y San Sebastián, ésta comprendía hasta hace pocos años el Rastro de la Ciudad o Industrial de Abastos, la Terminal de Carga de Ferrocarriles Nacionales, los Almacenes de México (hoy Pical) y la Aduana Postal y la Central Mecánica de Correos.
En la actualidad la mayoría de las empresas son de capital nacional, sin embargo el poco impulso recibido durante años ha provocado su decaimiento y migración a otros lugares con mayor potencial de desarrollo, así, de los años de 1970, cuando el ingreso anual era del 12% nacional, para finales del Siglo XX éste desciende al 9.8% del producto interno bruto. Hoy se ha modificado el uso del suelo, pasando de ser una zona industrial a una zona con servicios, donde las grandes naves industriales se convierten en bodegas, solares vacíos o centros comerciales, activando parcialmente la economía de este lugar.
Como detalle al margen, hay que mencionar que varios de los beneficios que a la larga trajo la instalación de la Zona Industrial de Vallejo, en primer término están la creación de nuevos asentamientos humanos donde se dio vivienda a los trabajadores, por ejemplo las colonias: Aldana, Trabajadores del Hierro y Pro-Hogar. De igual manera junto con estas colonias se encuentra el Centro Médico del IMSS “La Raza”, el cual fue creado para atender en primera instancia a la población trabajadora especializada que laboraba en Vallejo, para extenderse posteriormente a sus familiares y después a otros habitantes del Distrito Federal.
Finalmente, las expresiones culturales se manifiestan con estos ejemplos: el mural de David Alfaro Siqueiros en el auditorio de “La Raza” cuyo título es: “Por una seguridad completa y para todos los mexicanos”; el antiguo Teatro Virginia Fábregas (hoy Foro Cultural Atzcapotzalco) y el Centro de Estudios Históricos Condumex, creado en la década de los sesentas en Vallejo pero trasladado varios años después a Chimaliztac, por considerar que el sitio original no es un centro creador de cultura.
Hoy la Zona Industrial de Vallejo se encuentra en un momento crucial, donde se renueva o muere ante la imposibilidad de crecer en espacio, la falta de incentivos por parte de GDF, lo caduco de sus servicios urbanos, la poda de algunos árboles o el cambio de banquetas y la carpeta asfáltica de la Avenida Ceylán, pero sobre todo, cambiando sus industrias contaminantes por otras más limpias y generadoras de nuevas tecnologías.